Aseguran los directivos de la central europea de Starbucks que todos los empleados de la multinacional, absolutamente todos, deben trabajar dos semanas de cara al público en alguna de las cafeterías de la cadena antes de incorporarse a la compañía. Aunque vayan a trabajar luego en el departamento financiero. Señal de que una de las máximas de la multinacional, el trato personalizado al cliente, es algo más que un eslogan comercial. “Todo el personal debe saber explicarle a los clientes de dónde procede cada variedad de café que tenemos, cuál puede ser la que se adapte más a sus gustos, cómo se ha elaborado cada una de ellas y de qué forma se debe servir”, explica Renée Aeckerlin, responsable de formación para EMEA (Europa, Oriente Próximo y África).
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